Un cuento y una anécdota.






Os prometí un cuento y una anécdota. Pues bien. Aquí están.
No olvidéis leer todas las entradas anteriores.

El fin de semana pasado viajaba en tren. Miraba por la ventanilla pero apenas podía fijarme en el paisaje. Si un elefante con tres jorobas hubiera cruzado el cielo volando, sin duda yo no lo habría visto. Mi cabeza estaba presa de las dudas y las preguntas en una de esas cadenas de preocupaciones y cuestionamientos sin final que todo ser humano tiene que sufrir con mayor o menor frecuencia. Entonces sucedió algo mágico. Me puse los auriculares y conecté los canales de radio que ofrecía el tren pasando de uno a otro. Música de jazz, cuarenta principales, el audio de la película y finalmente un locutor hablado sobre los microrelatos. Algo ya sabía sobre el tema, y pensé, bien, esto parece interesante...




... " se trata del autor de microrelatos más importante actualmente en Argentina. La condensación y la agudeza de sus textos le convierten en un escritor (...)




(...) La leona se lanzó en una carrera hacia la gacela. Las dos iban corriendo veloces cuando entraron en el punto de mira del arma del cazador. De pronto, el cazador pensó: ¿A quién disparo? Si disparo a la leona obtendré una trofeo espectacular, aunque si disparo a la cierva podré tener el trofeo y también dispondré de su sabrosa carne. La cierva se detuvo repentinamente en su carrera y pensó. Un momento, ¿qué estoy haciendo?, ¿y si la leona retrocede al no poder alcanzarme y va hacia mis cachorros? La leona se quedó absorta y pensó: ¿porqué estoy corriendo detrás de la gacela?¿No sería mejor retroceder y capturar uno de sus cachorros sin dificultad?


Entonces no lo sabían pero los tres estaban participando de un momento único, un momento de incertidumbre universal. Cada ser pensante había quedado paralizado por la duda.


Con el disparo del cazador


volvió el curso de la vida.