Sobre la libertad.

La libertad guiando al pueblo




Estoy muy orgullosa de los textos argumentativos que habéis escrito. Es muy positivo haber encontrado multitud de ideas interesantes bien expuestas y opiniones argumentadas. Muchos habéis investigado, os habéis hecho preguntas, habéis contrastado ideas y pensamientos con hechos y habéis ofrecido ejemplos.



Me gustaría destacar algunas de las ideas que habéis expuesto y que recogeré aqui de forma no literal. Algunas son tajantes, otras son producto de la duda o el cuestionamiento del mismo concepto de libertad. Vamos a recordarlas:



Se es libre cuando se es uno mismo.

La libertad es un concepto relativo.

Hablar de libertad es hablar sobre los límites de la libertad.

La libertad es hacer lo que quieras siempre que no dañes a otros.

¿Podemos justificar a partir del concepto de libertad que una persona exponga, o incluso defienda cualquier idea?

El ser humano está limitado por fuerzas naturales, para empezar la gravedad.

La libertad es como la energía.

La libertad depende del conocimiento.

La libertad está condicionada económicamente.

El concepto de libertad está unido a los conceptos de justicia y de igualdad.



Una conclusión podemos sacar de estas reflexiones, la libertad es un concepto que nos remite a otros conceptos. Por tanto, debemos tener cuidado.



¿Por qué digo esto? Lo que quiero expresaros es que en nombre de la libertad una persona puede hacer o pensar una cosa o la contraria. Por ejemplo, lo hemos visto con el tema del aborto o de la prostitución. Si hablas con personas de distintos partidos políticos españoles todas te dirán que su partido es el que más y mejor defiende la libertad, la auténtica y verdadera libertad. Y lo creerán así.



Por lo tanto el concepto de libertad, a mi juicio, encierra un peligro, precisamente por su relatividad y grado de abstracción. Como el concepto de dios. La gente puede matar y morir en su nombre pero lo que consideran que está detras de ese nombre no es lo mismo para todos ellos.



Es importante, sin embargo, reflexionar sobre el hecho de que la actuación de cada individuo en cada momento de su vida está determinada por elecciones...entrar o salir, dejar o coger, hablar o callar... Además del efecto que la física, la biología y el puro azar tienen sobre cada vida humana, esta es también el resultado de una constante toma de decisiones y cuando decidimos no podemos saber con certeza todas las consecuencias que tendrá, a la larga, nuestra decisión.



Nuestras decisiones se toman en función de nuestros conocimientos, nuestras experiencias, nuestros valores y creencias y también de nuestros deseos e intereses. Hacerse adulto es empezar a tomar decisiones cada vez más complicadas y difíciles, incluso tener que decidir por otras personas que ya o todavía no están capacitadas para decidir.



Considero que es importante aprender a escuchar a los demás y captar qué intereses, presiones, valores o creencias les empujan a actuar de un modo u otro. Y aprender a escucharse a uno mismo, sin miedo, y a comprender por qué actuamos de una forma y no de otra. Qué intereses ajenos, que influencias, presiones, ilusiones, suposiciones, expectativas, miedos y creencias nos están empujando silenciosamente. Sin que nos demos cuenta.

El problema no está solo en comprender que uno, muchas veces, no está actuando libremente; sino en pensar que sí lo está haciendo las veces en que, en realidad, no lo hace. El problema no está sólo en defender y luchar por la libertad sino en saber cuáles son los intereses y las creencias que estamos defendiendo, de quién han partido esos intereses o creencias, en qué se basan, quién sale beneficiado y cómo. Bastaría con escuchar a una mujer que defienda la mutilación genital como una decisión libre desde la idea de identidad cultural propia para entender lo que estoy diciendo. Bastaría con escuchar a un hombre que defendiera el suicidio en acto terrorista para defender la libertad de su pueblo oprimido por el dominio extranjero para entender la peligrosidad potencial de la idea de la que estamos hablando.

Pensemos pues que la palabra libertad puede representar una puerta abierta,pero también una pesada cadena. La palabra libertad puede representar una mano tendida, pero también una mano sujetando un arma mortal.