Os pedí que pusieramos en común nuestras ideas sobre el amor, después de leer tres fragmentos de textos clásicos sobre el amor: Una de las muchas definiciones y explicaciones que aparecen sobre el amor en El Banquete, de Platón, el principio de Antígona de Sófocles y el final de La Iliada de Homero. También os adelanté que yo misma aportaría mis ideas sobre el amor. Me ha parecido mejor expresar algunas de ellas mediante este hermoso poema del Kalil Gibran. Si os gusta podéis buscar información sobre este enigmático escritor y místico oriental.



Cuando el amor os llame, seguidlo.

Aunque su camino sea duro y penoso.

Y entregaos a sus alas que os envuelven.

Aunque la espada escondida entre ellas os hiera.

Y creed en él cuando os hable.

Aunque su voz aplaste vuestros sueños, como hace

el viento del norte, el viento que arrasa los jardines.

Porque, así como el amor os da gloria, así os crucifica.

Así como os da abundancia, así os poda.

Así como se remonta a lo más alto y acaricia vuestras

ramas más débiles, que se estremecen bajo el sol.

Así caerá hasta vuestras raíces y las sacudirá en

un abrazo con la tierra.

Como a gavillas de trigo él os une a vosotros mismos.

Os desgarra para desnudaros.

Os cierne, para libraros de los pliegues que cubren

vuestra figura.

Os pulveriza hasta volveros blancos.

Os amasa, para que lo dócil y lo flexible renazca

de vuestra dureza.

Y os destina luego a su fuego sagrado, para que

podáis ser sagrado pan en la sagrada fiesta de Dios.

Todo esto hará el amor en vosotros para acercaros

al conocimiento de vuestro corazón y convertiros,

por ese conocimiento, en fragmento del corazón de la Vida.

Pero si vuestro miedo os hace buscar solamente la

paz y el placer del amor,

Entonces será mejor que cubrierais vuestra

desnudez y os alejarais de sus umbrales.

Hacia un mundo sin primavera donde reiréis, pero

no con toda vuestra risa, y lloraréis, pero no con

todas vuestras lágrimas.

El amor no da más que de sí mismo y no toma

nada más que de sí mismo.

El amor no posee ni es poseído.

Porque el amor es todo para el amor.

Cuando améis no digáis: "Dios está en mi corazón",

sino más bien: "Yo estoy en el corazón de Dios".

Y no penséis en dirigir el curso del amor porque

será él, si os halla dignos, quien dirija vuestro curso.

El amor no tiene otro deseo que el de realizarse.

Pero si amáis y no podéis evitar tener deseos, que

vuestros deseos sean estos:

Fundirse y ser como el arroyo, que murmura su

melodía en la noche.

Saber del dolor del exceso de ternura.

Ser herido por nuestro propio conocimiento del amor.

Y sangrar voluntaria y alegremente.

Despertar al alba con un alado corazón y dar

gracias por otro día de amor.

Despertar al mediodía y meditar en el éxtasis amoroso.

Volver al hogar cuando la tarde cae, volver con gratitud.

Y dormir con una plegaria por el amado en el

corazón y una canción de alabanza en los labios.

Kalil Gibran


Pero...¿Que qué es entonces el amor para mí? Se ha dicho tanto y tanto... Lo que vosotros y vosotras estáis escribiendo me está enriqueciendo mucho, es fantástico poder estar en contacto con personas jóvenes y que te abran su corazón.

Yo estoy en la madurez y he pasado por muchas experiencias amorosas. Me gustaría hablaros de algunas en lugar de daros una definición porque creo que os aportará más. Para mí lo más fuerte ha sido cuidar de mi madre, recuperar ese amor absoluto que tenía hacia ella cuando era una niña y que queden atrás las disputas, los enfrentamientos, incluso un sentimiento que yo identificaba como odio en algún momento de mi vida. Me he reconciliado con mi infancia, con mi ser profundo que no se puede separar del seno de la que te dió la vida, un acto de amor tan grande...

Otra experiencia extrema para mí ha sido el amor por mi sobrina a la que he criado, cuidado y amado desde que nació, junto con mi hermana. Me daba cuenta teniéndola en mis brazos, sintiendo su desvalimiento y su alegría infantil, de que hasta entonces yo no sabía lo que era el amor. Comprendí muy pronto que iba a hacer cualquier cosa por ella, que ese sentimiento me atravesaba el alma como una flecha. Y con los años este amor también cambia y se acomoda para no estorbar ni entorpecer la vida y la libertad de ese ser con tu terror a verle sufrir.

Y el amor que siento por mi esposo es algo que nunca pensé que llegaría a experimentar. Tras casi veinte años no ha dejado de trasformarse y de crecer, nutriendose de las experiencias y proyectos, de las confidencias, de las dudas aclaradas, de los conflictos superados, de los miedos y tristezas que afrontamos siempre juntos, de la belleza diáfana de los profundos instantes compartidos.

Finalmente, tengo que hablaros del amor que siento por mi trabajo, por mis estudiantes, por la educación, la literatura, el arte...llena mi vida y me hace sentir un grata sensación de renovación constante.


Como véis el amor es muy importante para mí y al contaros todo esto espero que también lo sea para vosotros y vosotras y que ante todo améis la VIDA misma de la que hemos tenido la enorme suerte de formar parte. Ciao.